La importancia de prepararse

Mientras realizaba una operación rusa en la ciudad de Ramadi, Irak, la unidad SEAL de Leif Babin, se encontró profundamente en territorio enemigo sin respaldo. Para salir, no tenían más remedio que correr el riesgo de caminar por la ciudad a plena luz del día.

Las posibilidades de un ataque enemigo eran altas, pero el equipo regresó ileso. Pero después de la misión, Babin descubrió que había cometido un error; había otro equipo de los SEAL cerca que podría haber ofrecido cobertura para su unidad. Estaba tan concentrado en los problemas de su propio equipo que se olvidó de pedir ayuda.

Debido a esto, no pudo emplear una de las tácticas fundamentales: “cubrirse y moverse”, trabajar en equipo. Cada elemento debe trabajar en conjunto y apoyar a todos los demás para lograr la misión general. Babin se había concentrado demasiado en los objetivos de su propia unidad, como resultado, había puesto a su equipo en un peligro mayor del necesario.

Los líderes deben vigilar la misión en cuestión y la organización en general, incluidos otros equipos que puedan ofrecer apoyo estratégico. En el trabajo de Babin como consultor, una vez notó que diferentes equipos dentro se culpaban entre sí y competían. Violaron obviamente el principio de que los equipos deben apoyarse entre sí y recordar que el enemigo es externo.

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