La meditación no es una forma de escapismo

El psicoterapeuta Jack Engler , llegó a entender mejor la meditación cuando viajó a la India para aprender de un maestro indio conocido como Guru Munindra. Engler al principio estaba confundido cuando, durante sus primeras dos semanas con el gurú, las únicas preguntas que Munindra hacía eran sobre las deposiciones. 

Engler empezó a preguntarse si la gente en la India hablaba sobre el estreñimiento y la diarrea como la gente en Estados Unidos hablaba sobre el clima, asi que le dijo que estaba allí para aprender sobre el Dharma, también conocido como el camino de la iluminación que a menudo se asocia con la meditación. 

Fue ahí cuando le explicó por qué no había enseñado ninguna técnica de meditación durante las primeras dos semanas. Quería que sus estudiantes entendieran que la meditación no es una experiencia separada o un escape de las realidades mundanas de la vida. Por el contrario, la meditación es una forma de comprometerse con el momento presente, incluso si es desagradable.  

Quería que la meditación fuera una parte tan básica de su vida como usar el baño. La meditación no debe utilizarse como una estrategia para evitar la vida, a pesar de que muchas personas han caído en la trampa de utilizar la práctica como una forma de escapar de los problemas. 

Puede sonar tentador sentarse, cerrar los ojos y concentrarse con calma en nuestra respiración en lugar de nuestros problemas, pero la meditación no es una forma de construir muros que mantengan a raya nuestras obligaciones. Es una forma de aprender a dejar de lado nuestro lado más instintivo, y centrarnos en nuestro lado racional.

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