Mantén siempre una mente abierta que te permita controlar aquello que puedes y aceptar aquello que no puedes cambiar

La esencia del estoicismo se basa en intentar manejar aquello que podemos manejar y no dejarnos controlar por aquello que no podemos controlar. Y es que, la cantidad de energía que gastamos cada día en luchar en vano, o la energía que dejamos escapar al no controlar cómo nos tomamos las situaciones, hacen que acabemos agotados sin poder avanzar siquiera con nuestras metas.

Por eso se hace tan importante aprender que podemos controlar y que no podemos controlar porque únicamente cuando sabemos diferenciarlo y aplicarnos allí donde debemos, podremos llegar a desarrollar una vida más tranquila y una voluntad de acero.

Un ejemplo típico en el espacio del desarrollo personal y un favorito de Ryan es el de Thomas Edison y como a los 67 vio como todo su laboratorio ardía. En el incendio perdió tanto sus prototipos, como sus experimentos e incluso sus libretas de laboratorio, y con ellos se esfumaron décadas de trabajo

En esa situación Edison podría haber decidido darse por vencido y no seguir adelante, en ese momento ya era rico, podría haberse enfadado, podría culpar al mundo, a sus empleados, al equipamiento o cualquier otra cosa. 

Pero decidió culparse a sí mismo y tomárselo como una lección y como el punto de partida, se libró de, según él, toda la basura que quedó, y empezó de 0. A finales del año siguiente su nuevo laboratorio ya estaba generando alrededor de 10 millones de dólares

Depende de nosotros que mentalidad queremos tomar ante los retos, pero sabiendo que estamparse contra un muro no ayudará, porque seguir haciéndolo.

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