Paconio Agripino

¿Quién es Paconio Agripino? 

Paconio Agripino, ocupó un lugar parecido al de Catón para Séneca y Adriano y Antonino Pío para Marco Aurelio, para Epicteto. Los estoicos de la antigüedad, como nosotros, buscaban aprender de sus predecesores. Marco Aurelio por ejemplo, escribe los nombres de todas las personas que lo han guiado y moldeado a lo largo de su vida en las primeras páginas de Meditaciones. Habla con elocuencia de un hombre llamado Antonino Pío, que se convertiría en su padre adoptivo, posiblemente en una estrategia de Adriano para conseguir el tiempo necesario para que Marco Aurelio pudiera asumir la posición de emperador. 

Catón el Joven, por ejemplo, fue una de las inspiraciones de Séneca. Séneca menciona a Catón varias veces en sus obras para enfatizar el gran ejemplo que dio. Quizá la cita que mejor lo ilustra es la siguiente:

“Elige tu propio Catón, o si Caton te resulta demasiado estricto, a Laelius, un hombre cuyo carácter no sea tan estricto. Elige alguien cuya forma de vida y palabras, y cuya misma cara muestre el carácter subyacente, haya ganado tu aprobación. Úsalo siempre de guía sea como guardián o modelo. Hay una necesidad, en mi opinión, de tener a alguien como estándar con el que nuestras características puedan medirse. Sin una regla para referenciar, no convertirás algo torcido en algo recto.”

Gran parte de lo que sabemos sobre Agripino proviene de los relatos de otras personas, al igual que solo sabemos sobre la vida de Sócrates a partir de las obras de Platón. Agripino fue un político romano muy respetado y un filósofo estoico conocido por su habilidad para hacer lo correcto, incluso cuando eso significaba desafiar la opinión popular, algo que le llevó a ser perseguido durante el reinado del emperador Tiberio. También fue un miembro destacado de la Oposición Estoica, un grupo de filósofos estoicos que lucharon contra el gobierno, o más bien falta de gobierno, de Nerón.

Agripino no fue una excepción a la tendencia de los filósofos antiguos de ser condenados por sus gobernantes.  El emperador Tiberio ejecutó al padre de Agripino, Marcus, por traición. Más adelante en su vida, Agripino fue exiliado de Italia a la vez que Musonio Rufo y Trásea, otros estoicos de renombre, y este último fue ejecutado nada menos que por el emperador Nerón. Mientras leemos sobre la vida de Agripino, nos podrían venir a la mente las palabras de Séneca: 

«Se necesita a alguien con quien nuestro carácter puedan medirse». No puedes enderezar lo torcido sin una regla».

“Elige tu propio Catón…Elige alguien cuya forma de vida y palabras, y cuya misma cara muestre el carácter subyacente, haya ganado tu aprobación. Úsalo siempre de guía sea como guardián o modelo.

Necesitamos mentores que nos hagan responsables y que nos permitan ver a lo que alguien puede llegar con esfuerzo y disciplina. Y está claro que Agripino fue tal gobernante que algunos de los principales estoicos que admiramos hoy usaron de modelo. Las obras, clases y citas de uno de los estoicos más influyentes de Roma se enumeran a continuación.

La vida y obra de Paconio Agripino 

Si bien no hay obras conocidas o conservadas de Agripino, los Discursos de Epicteto proporcionan la mayor parte de nuestro conocimiento. Epicteto utilizó con frecuencia figuras históricas famosas para mostrar a sus alumnos cómo debe comportarse un estoico. Agripino fue una de esas figuras, debido a su voluntad de desafiar la opinión popular y controlar sus emociones y actitud ante los acontecimientos que escapaban a su control. 

Puede parecer extraño que Agripino sea considerado un filósofo a pesar de que su nombre no está asociado con grandes obras o libros. Pero vale la pena señalar que, en ese momento, el título «filósofo» se refería principalmente a la rama de la ética, y en este caso la forma en que vive alguien dice mucho más que cualquier libro. Agripino fue filósofo estoico porque vivió de acuerdo a los principios del estoicismo.

Ejercicios y lecciones estoicas de Paconio Agripino

Agripino era un hombre de acción más que de palabras. Como resultado, no sabemos nada sobre su obra y solo sobre su carácter descrito por otros.

 «Es justo elogiar a Agripino, quien nunca se elogió a sí mismo, a pesar de ser un hombre del más gran carácter», dijo Epicteto, “Se avergonzaba si alguien más lo elogiaba». Era un hombre de deber, un hombre de valentía frente a la calamidad, un hombre que se negó a conformarse a pesar de la presión casi insuperable para hacerlo. Aquí hay tres clases y ejercicios de El estoico favorito, aparte de su maestro Musonio Rufo, de Epicteto.

«Si quieres mejorar, si quieres alcanzar la sabiduría, debes estar dispuesto a parecer extraño o incluso despistado de vez en cuando». Epicteto (Enquiridión)

Epicteto también cuenta la historia de Agripino, quien, a pesar de lo que hacían los demás, se negó a pasar desapercibido durante el reinado de Nerón, negándose a conformarse o sofocar su pensamiento independiente. 

Una vez le preguntaron a Paconio “¿Por qué no ser como el resto?”

Paconio respondió: 

Porque te ves a ti mismo como un único hilo entre los muchos que componen la prenda. Entonces, ¿qué pasa después?  Esto, debes considerar cómo puedes parecerte a todos los demás hombres, así como el hilo único no quiere tener ningún punto de superioridad en comparación con los otros hilos. Pero quiero ser el hilo rojo, esa pequeña y brillante porción que hace que el resto sea atractivo y encantador. Entonces, ¿por qué me dices: «Sé como la mayoría de la gente»? Y si hago eso, ¿cómo podré seguir siendo el hilo rojo?

Esto podría ser una llamada de atención para muchos de nosotros. En lugar de luchar por encajar y esconder lo que nos diferencia, a veces es mucho mejor destacar lo que nos hace únicos. Zenon, el padre del estoicismo y un empresario fenicio, solía practicar pidiendo dinero a la gente a pesar de que tenía, para recordar que puede perderlo y que aun asi puede seguir viviendo. 

Cleantes, el segundo de los líderes estoicos, siguió trabajando como obrero durante tanto tiempo, incluso después de convertirse en el lider de la escuela estoica, que algunos en Atenas sospecharon que era una artimaña. 

Catón solía caminar con la cabeza descubierta y descalzo, vestido con ropa sucia. Séneca no tenía miedo tanto de practicar  la pobreza (a pesar de su riqueza) como de mostrar su riqueza (a pesar de su reputación de estoico). También experimentó con el vegetarianismo en un momento en que estaba mal visto en Roma. 

Y Marco Aurelio que se dedicaba a escribir y leer filosofía mientras el resto disfrutaba de las competiciones de los gladiadores en el coliseo. Los estoicos no tenían miedo de ser ellos mismos, incluso si eso significaba ser considerados como extraños.

Y esto no se limita a los estoicos, también podemos ver ideas similares en la otra punta del mundo. El Kintsukuroi/Kintsugi, es una técnica de técnica de origen japonés para arreglar fracturas de cerámica con barniz de resina espolvoreado o mezclado con polvo de oro, plata o platino. Es una técnica que se basa en el mismo principio que la idea de resiliencia, se basa en aprovechar las roturas, para añadir valor a las piezas. 

No hay dos piezas de cerámica de Kintsukuroi que tengan las mismas grietas cada una tiene atractivo y valor debido a sus defectos únicos. Esta forma de arte se relaciona con la corriente filosófica del wabisabi, que se basa en aceptar los defectos de las cosas, la vida en general, tal y como son y encontrar la belleza en estos. 

Esta corriente empezó a ganar tracción durante la vida de Nobunaga Oda, uno de los daimyou, “generales” o señores feudales, más famosos de la era de “estados en guerra”, sengoku jidai. Y gano su máximo esplendor gracias al trabajo de Sen no Rikyu cuyo trabajo popularizó la ceremonia del té entre los distintos daimyou

Su popularidad creció hasta el punto en que uno de los premios que se daban a los mejores generales después de una batalla pasaron a ser jarrones, tazas de té, y otros objetos que se pudiesen usar para expresar el wabisabi o para la ceremonia del té. Junto a esta corriente, se popularizo el uso del color negro como una forma de expresar el sentimiento de imperfección, y por lo tanto belleza.

Ser capaz de ofrecer la mejor ceremonia del té se convirtió en una de las formas de ganar estatus entre los distintos señores feudales, algo bastante interesante teniendo en cuenta que fue una de las épocas con menos estabilidad y más violencia de la historia de japón. Un gran ejemplo de cómo sin importar la época siempre necesitamos crear nuevas formas de cultura.

Seamos el hilo rojo. La imperfección que da belleza al todo.

Seguir adelante

Epicteto cuenta la historia de Agripino, que fue exiliado durante el reinado de Nerón, y cómo una mañana le dieron la terrible noticia, de que debía dejar la ciudad en ese momento. «Muy bien, almorzaremos en Aricia», respondió Agripino.

Es decir, si no lo vamos a poder evitar, vamos a quitarnoslo de encima lo antes posible. No tiene sentido lamentarse o llorar por ello. ¿Hay alguien más con hambre?

Un estoico responde de esta manera: sigue adelante incluso después de las peores noticias. Aceptan los obstáculos y se los toman como un reto, como algo que le da sabor a la vida. Se concentran en lo que pueden controlar y dejan de lado todo lo demás. Como Agripino, Walker Percy y nosotros si nos esforzamos. Si practicamos, día a día con disciplina, estaremos más preparados para dar el ser antifrágiles.

Ser desterrado. Descubrir que nos han despedido. Escuchar que acabamos de perder el trabajo duro de un año. Que no hemos podido cerrar el trato después de meses, o que nos bajan el sueldo. Nada de esto es agradable. Con frecuencia es injusto. Pero sin importar si es justo o no, siempre tenemos una opción delante, dejar que nos aplaste o usarlo como una oportunidad para crecer y aprender.

Entender nuestro papel

«Recuerda que eres un actor en una obra que es  como el productor quiere que sea. Si quiere que interpretes el papel de un mendigo, asegúrate de hacerlo bien; De la misma forma si el papel es el de un lisiado, un funcionario o un ciudadano cualquiera, asegúrate de interpretarlo bien. Tu trabajo es desempeñar de forma fantástica el papel que se le asignó». Epicteto (Enquiridión)

Epicteto afirma que cuando Agripino cumplió con su papel como gobernador, sobre todo en cómo trató a los que sentenció. Cita a Agripino diciendo: 

«Yo no No los condeno con espíritu malicioso, y mucho menos con la intención de apoderarse de sus bienes. Actúo con preocupación y buena voluntad, como un médico que consuela al paciente que pretende operar y lo engatusa para que se someta a la operación.” Paconio Agripino

«He visto la belleza del bien y la fealdad del mal», escribió Marco Aurelio, «y he reconocido que el malhechor tiene una naturaleza similar a la mía». 

En otro lugar, dice: «Los seres humanos han sido creados unos para otros. Enséñales o sufrelos». 

A esto se refiere el dicho de que debemos tratar a los demás con amabilidad, porque son lo que seríamos nosotros en situaciones similares. Los estoicos tenían una palabra para ello: sympatheia, la creencia en la interdependencia mutua de todas las cosas en el universo, que todos somos partes de un todo más grande. Actores en la misma obra llamada vida. 

Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar. Los papeles de algunas personas incluían ser desvergonzados, malvados y perezosos. Pero nuestro destino está entrelazado con el de ellos y el de todos los demás, por lo que su ganancia es nuestra ganancia, y cuando alguien, criminal o no, mejora, todos mejoramos.

Agripino era consciente de esto. Que estamos todos juntos en esto. Que tenemos la responsabilidad de contribuir al bien común. Porque si no lo hacemos… todo se desmorona. 

El estoicismo se basa en marcar la diferencia cuando tenemos la capacidad de marcar la diferencia, de ser empáticos, de trabajar para mejorar la vida de quienes nos rodean… no descartarlos por completo. Actuar como si no nos importan los demás es el verdadero crimen. Es una negación de nuestra responsabilidad. «Las personas son parte de nuestra vida. Nuestro trabajo es hacerles bien mientras los soportamos… Pueden obstruir nuestras acciones, pero no pueden obstruir nuestras intenciones o disposiciones». Marco Aurelio (Meditaciones)

Cuánto podría mejorar el mundo si todos pudiéramos recordar esto. Si mantenemos el concepto estoico de sympatheia como uno de nuestros principios. Si nuestras acciones estuvieran guiadas por las virtudes estoicas de la justicia y la igualdad, todo sería mucho más facil. No eliminaría los problemas, pero siempre habría alguien dispuesto a ayudar. Todos estamos interconectados, y ayudar a los demás es  ayudarnos nosotros mismos. Tenemos un deber. El de servir y estar al servicio.

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