¿Por qué nos sentimos tan solos hoy en día?

La soledad no es algo que sintamos únicamente cuando estamos “solos”, incluso aquellos con vidas sociales activas, como la escritora y poeta estadounidense Sylvia Plath, que lo experimentó desde la universidad, pueden verse afectados. 

A pesar de hacer amigos y hablar sobre las relaciones románticas, sus cartas y las entradas de su diario pintan la imagen de alguien que está crónicamente solo. El énfasis puesto en encontrar a nuestra “alma gemela”, la única persona con la que estamos destinados a pasar nuestras vidas, es parte de la razón por la que nos sentimos solos incluso en compañía. 

Los diarios universitarios de Plath demuestran que ella era muy consciente de esta necesidad,  como mujer que intentaba reconciliar las expectativas sociales con sus ambiciones literarias. El concepto de alma gemela se remonta a Platón, quien describió cómo el hombre y la mujer solían ser un solo ser antes de dividirse en dos en “El banquete“. 

Hombres y mujeres han tenido que encontrar su media naranja para completarse desde entonces. Y más tarde Samuel Taylor Coleridge en 1822, en un momento en que el concepto de amor romántico aún estaba en desarrollo, lo aplicó al matrimonio. Con él, el matrimonio adquirió una dimensión reflejando la idea de que nuestras necesidades espirituales podían satisfacerse a través de las relaciones humanas. Y esta es una idea que todavía se usa en la actualidad. 

Como resultado, la sociedad  nos incita a creer que estamos solos si no tenemos a nuestra pareja ideal: ¿Es esta, sin embargo, una forma sana de pensar? ¿Es imposible para nosotros vivir sin un alma gemela, incluso si esa alma gemela es seguramente alguien que solo hemos elegido por casualidad o proximidad? Tal vez sea hora de reconsiderar.

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