Posidonio de Apamea El Estoico Científico/Investigador

¿Quién es Posidonio?

Posidonio nació en 135 a. C. en la ciudad griega de Apamea, que ahora se encuentra en Siria. Después de terminar su educación primaria en Apamea, se mudó a Atenas para estudiar filosofía en la escuela estoica de Panecio de Rodas. Posidonio, como su maestro, se encontró en desacuerdo con muchos de los principios del estoicismo. Al igual que Panecio, Posidonio defendía una posición más intermedia que sacaba elementos de la ética aristotélica y platónica. 

Sin embargo, a diferencia de Panecio, Posidonio no pudo conciliar sus desacuerdos con los principios estoicos y finalmente abandonó la escuela. Su salida también estuvo motivada por el deseo de investigar campos como la geografía y la astronomía con el mismo rigor que la escuela estoica otorgaba a la filosofía. Con el paso del tiempo, empezó a estudiar en profundidad a Platón y Aristóteles, rechazando la rigidez de su formación académica.

Posidonio se mudó a Rodas después de dejar la escuela estoica alrededor del año 95 a. C. y se vio inmerso en el ámbito político de la región. Eventualmente se convirtió en Pritano de Rodas, sirviendo como su líder principal por un período de medio año (el término máximo), y como embajador de la región en Roma.

Vale la pena señalar que, aunque se apartaba del estoicismo, Posidonio seguía los pasos de su predecesor, Panecio. Panecio nació en Rodas y fue uno de los primeros estoicos en dar a conocer esta filosofía allí y junto a Posidonio podrían considerarse como los principales responsables de que el estoicismo se arraigara por Roma. No está claro si Posidonio eligió conscientemente imitar a su maestro, pero las enseñanzas de Panecio enfatizaron  la importancia de la diplomacia en un mundo cada vez más internacional, a medida que Roma se empezaba a convertir en uno de los mayores imperios de la historia.

La vida de Posidonio como político y científico

Posidonio, se dio cuenta de la importancia que estaba empezando a cobrar el imperio  no solo a nivel militar, sino también filosófico y político. Desarrolló fuertes relaciones con la clase alta de Roma, lo que ayudó tanto en su trabajo político como científico. Estos contactos le permitieron viajar por todo el mundo conocido, ampliando su propio conocimiento. Posidonio, en particular, tuvo la oportunidad de viajar por la mayor parte del Mediterráneo, incluido el norte de África.

Muchas de las grandes obras literarias de Posidonio se inspiraron en sus viajes. En particular, tuvo la oportunidad de aprender prácticas celtas en Galia. Llegó a interpretar las prácticas druídicas celtas como un equivalente a la filosofía griega, y escribió extensamente sobre la región y su tratado sobre los celtas se cita con frecuencia en otras obras.

Posidonio ganó reputación tanto en Grecia como en Roma como resultado de sus esfuerzos políticos y filosóficos. Los estudiantes comenzaron a acudir en masa a Rodas para estudiar con él, y a pesar de su distancia de la escuela estoica en Atenas, se le consideró una autoridad filosófica, sirviendo efectivamente como el sucesor de Panecio. Después de su muerte en el 51 a. C., sus hijos continuaron dirigiendo su escuela en Rodas.

Posidonio es considerado hoy en día como uno de los principales pensadores de su tiempo, gracias a su dominio de una amplia gama de temas, contribuyendo en gran medida a cada uno. Es mejor conocido como filósofo, pero también destacó en astronomía, geografía, matemáticas, tácticas de guerra, historia y política.

La vida y obras de Posidonio de Apamea

Si bien Posidonio fue un erudito que destacó en muchos campos, su trabajo en filosofía sigue siendo el más influyente.  El autor creía que todas las ciencias deberían ceder ante la filosofía porque nada más podía explicar adecuadamente el universo. Como resultado, muchas de sus obras no académicas adquieren un tono filosófico.

Posidonio, versado en la tradición estoica, coincidía con sus predecesores en que la filosofía se dividía en tres partes: física, lógica y ética. Cuando vamos más allá de lo básico, su trabajo comienza a divergir del de los estoicos anteriores. Él, como su predecesor inmediato Panecio, se acercó a la filosofía de una forma ecléctica, considerando que el camino correcto es el que se aleja de los extremos. Introdujo ideas platónicas y aristotélicas en el estoicismo, erradicando efectivamente muchas diferencias entre las escuelas de pensamiento.

Se diferencia de Panecio en que fue el primer estoico en argumentar que la visión de Platón del alma humana era correcta. Esto significaba que, en lugar de ser falsas percepciones que superar, las pasiones y los deseos eran una parte integral de la identidad humana con la que era necesario aprender a lidiar.

Si bien las obras de Posidonio se han perdido, se pueden encontrar citas de su trabajo en las obras de Cicerón, Tito Livio, Plutarco, Estrabón, Cleómedes y Séneca el Joven, entre otros. Con frecuencia fue elogiado por su estilo de escritura, que se describió como estilístico y poético. 

Es necesario, sin embargo, contextualizar la obra de Posidonio. Aunque hizo contribuciones significativas en muchos campos, su trabajo no siempre fue controvertido o novedoso. Gracias a sus viajes por gran parte del imperio, y estudiar las ideas de varias corrientes filosóficas, su trabajo demostraba un toque cosmopolita que le permitía contextualizar sus ideas y desarrollarlas con diversas perspectivas. 

3 ejercicios y lecciones estoicas de Posidonio de Apamea

1) Es recomendable tener cuidado con el materialismo.

El dinero y las posesiones materiales no son inherentemente malos. Sin embargo, son peligrosos. Tanto la envidia como la codicia pueden motivarnos a dejar de lado nuestro valores en un intento por saciar nuestra codicia y deseos materiales. Cuando las posesiones materiales se convierten en el punto central de nuestra vida, es fácil descuidar a los que nos rodean. Por eso, es importante asegurarnos de crear oportunidades para reevaluar y considerar lo que nos motiva en la vida. Las riquezas son la causa del mal, no porque hagan el mal en sí mismas, al fin y al cabo no son mas que objetos, sino porque incitan nos pueden cegar.

2) Nuestras relaciones son un reflejo de quien somos

Las personas con las que nos asociamos influyen naturalmente en los tipos de conversaciones que tenemos. Nuestra forma de ver el mundo está determinada por los círculos sociales en los que nos movemos. Es fundamental rodearse de personas que compartan nuestros valores, o personas que se acerquen a nuestro ideal, y que están igualmente comprometidas con hacer lo correcto. Cuando nos rodeamos de las personas adecuadas, es mucho más fácil acercarnos a nuestros ideales.

Como suelen decir Warren Buffett y Charlie Munger, lo importante no es tanto cuanto pensamos en algo, sino la calidad de los modelos mentales que usamos

3) Dejar de lado el victimismo

Es  fácil jugar el juego de la culpa en la vida. ¿Cuántas veces hemos escuchado a alguien decir que si solo tuvieran los recursos, podría cumplir con todos sus sueños y objetivos? Puede sonar razonable, pero no es una excusa aceptable. Cuando nos enfrentemos a un desafío, dejemos de lado las excusas, solo son una perdida de tiempo, y dediquemos nuestra energía a buscar soluciones. No se trata tanto de las cartas que nos reparten, sino de cómo las jugamos.

“Nunca hay ocasiones en las que debas considerarte seguro porque empuñas las armas de la Fortuna; lucha con los tuyos! Como la Fortuna no proporciona armas contra sí misma, los hombres que están armados contra sus enemigos están desarmados contra la propia Fortuna.” -Posidonio

Citas de Posidonio de Apamea

“Las cosas que no dan al alma grandeza, confianza o libertad de preocupaciones no son bienes. Las riquezas y la salud y condiciones similares no hacen ninguna de estas cosas, por lo que no son bienes. Son males las cosas que no dan al alma grandeza, confianza ni libertad de preocupaciones, que le infunden soberbia, vanidad e insolencia. Las cosas que son un regalo de la Fortuna nos conducen a estos malos caminos. Como resultado, estos artículos no son “buenos”.La filosofía enseñó a los hombres a construir casas cuando estaban esparcidas por la tierra, protegidas por aleros o el refugio excavado de un acantilado o el tronco de un árbol hueco.” Posidonio de Apamea

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