¿Qué es el hedonismo?

La mayoría de la gente asocia «hedonismo» o «hedonista» con dejarnos llevar por nuestros impulsos, la opulencia, el alcohol, las drogas y el sexo. Sin embargo, la definición filosófica de hedonismo se refiere a una forma de vida que no es necesariamente ostentosa, sino que se adhiere a la simple creencia, de maximizar el placer y minimizar el dolor. El verdadero hedonismo considera que el dolor y el placer son intrínsecos a la vida.

El hedonismo recibe su nombre de la antigua palabra griega «hedon», que significa «placer». Esta filosofía está motivada por la búsqueda del placer en su forma más básica. El placer puede manifestarse en una variedad de formas. El placer se puede sentir a través de la calma, disciplina y la tranquilidad, la euforia y la emoción, el placer de los sentidos (buenos sabores, sentimientos, sonidos), etc. Lo contrario de placer es, pues, igualmente amplio. El dolor puede referirse a incomodidad, aburrimiento, dolor físico o cualquier otra cosa que tenga un impacto negativo en un individuo.

Es fácil entender por qué el hedonismo tiene mala reputación, porque esta filosofía valora intrínsecamente al individuo por encima de todo. Este punto de vista está influenciado por el egoísmo, la creencia de que uno debe valorar su propio bienestar y buscar lo que es mejor para uno mismo. Si nos dejamos llevar únicamente por lo que queremos, es posible que otros sufran como resultado, pero esto no siempre tiene porque ser el caso, por ejemplo podríamos sentir que ayudar a otras personas nos genera placer, y por lo tanto dedicarnos a ayudar a otros. Otro punto de vista relacionado, el utilitarismo, busca reconciliarse con las consecuencias más negativas del hedonismo. Los utilitaristas evalúan las acciones en función de su impacto moral general: cuántas personas se beneficiarán. Esperan lograr la mayor cantidad de placer o bien para el mayor número de personas a través de esta práctica.

La escuela griega de los cirenaicos (siglo IV a. C.), una de las primeras escuelas socráticas, proporcionó el primer ejemplo de hedonismo. Los cirenaicos creían que el placer era lo único valioso y fundamentalmente bueno del mundo. Esto no sólo se refería a la ausencia de dolor en la propia vida, sino también a la búsqueda y búsqueda activa del placer, particularmente del placer físico y sensorial.

Para los cirenaicos, el placer en el momento triunfaba sobre todas las demás formas, ya fueran intelectuales o psicológicas. Como resultado, consideraban que para vivir una buena vida, debíamos dejarnos llevar, hasta cierto punto, por nuestros impulsos.  Y esto nos lleva a la definición que hicimos antes del concepto de hedonismo, porque también consideraban que el compañerismo, la justicia y el actuar moralmente para ayudar a los demás, eran formas de obtener placer.

A la escuela cirenaica siguió el epicureísmo, que fue fundado por el filósofo griego Epicuro (341-270 a. C.) durante el período helenístico.

La ética epicúrea

Según Epicuro, debemos elegir el placer y evitar el dolor. Nuestro deseo de hacerlo es natural, y la naturaleza, según Epicuro, es la fuerza más poderosa. Sin embargo, esto no implica dejarnos llevar por cualquier tipo de placer, ni llevarlo a “extremos”.   

Epicuro nos aconseja actuar con prudencia, ser conscientes del placer y el dolor que nuestras acciones causarán a largo plazo, así como en el momento. Para cada decisión que tomamos, debemos sopesar cuidadosa y prudentemente todos los pros y los contras y llegar a la mejor decisión para nosotros. 

Para vivir de acuerdo a esta filosofía, la base quizá esta en no dejarnos llevar por los sesgos cognitivos, y saber algo de estadística. Minimizar el dolor y aumentar el placer es una ecuación en la que el primer paso es entender lo que nos gusta, lo que nos molesta, y los efectos que pueden tener sobre nuestras vidas distintas decisiones. Una vez que sabemos esto, el próximo paso es entender qué sesgos cognitivos pueden estar afectandonos en le proceso, y tomar medidas para reducir sus efectos, y si es necesario cambiar las premisas que teníamos al principio.

Por ejemplo, es importante entender que solemos darle demasiada importancia a la información que creemos correcta, o que solemos priorizar el momento aún si esto puede perjudicar a nuestro futuro, y que solemos tener más miedo a perder que ganas de conseguir algo nuevo.

Una vez que tenemos unas premisas adecuadas, el siguiente paso es aplicar estadística y optimización de funciones, de forma que tengamos una idea de lo que “según la información que tenemos ahora y nuestros valores”, podría ser ideal. No siempre es fácil, pero a medida que apliquemos este enfoque podremos entender mejor lo que realmente queremos y crear un estilo de vida que se acerca más a nuestro ideal. 

¿Por qué es importante la moralidad para los epicúreos?

El marqués de Sade afirmaba ser epicúreo y afirmaba que seguía a la naturaleza buscando su propio placer, que incluía torturar a la gente. Sin embargo, esto pasa por alto un aspecto importante de las enseñanzas de Epicuro: la necesidad de seguir las convenciones morales. Epicuro afirmó que la bondad es algo natural para las personas. Epicuro creía en una perspectiva un poco pesimista sobre la naturaleza del ser humano, consideraba que muchos estarían dispuestos a recurrir a la tortura, el robo o el asesinato para cumplir con sus objetivos. Como resultado, creía en las leyes e instituciones creadas por humanos. Según Epicuro, estas leyes, incluso si no ocurren naturalmente, son necesarias para evitar el descenso al caos. Las convenciones morales cambian con el tiempo porque no son naturales y los sistemas suelen tener fallos, pero sigue siendo algo que necesitamos para asegurar un mínimo de calma en nuestras vidas.

La ética estoica

Como aprender a ser fieles a nuestros ideales sin exceso

Aunque algunas de las figuras mas famosas del movimiento estoico como Séneca o Catón llevaron sus ideales hasta extremos y, por desgracia, acabaron en su muerte, la naturaleza del estoicismo se suele basar en crear una filosofía práctica que nos ayude a vivir

Según Massimo Pigliucci la forma de vivir como un estoico en la actualidad es usar las llamadas ‘’indiferencias preferidas’’.

Las indiferencias preferidas son básicamente aquellas nociones que consideramos importantes, nuestros valores, pero que a su vez no son imprescindibles de forma que no nos encontramos atados a estas

Son básicamente opciones que preferimos, si tenemos la elección, pero que podemos dejar pasar sin remordimientos.

Estas preferencias pueden aplicarse a cualquier campo y son cosas que podemos disfrutar o ‘’desear’’ sin dejarnos llevar del todo por ellas

El objetivo de esta idea es que podamos vivir nuestras vidas de acuerdo a principios que nos ayuden pero sin ser consumidos y perdernos en ellos, ya que tal y como dicen los estoicos Marco Aurelio y Séneca, nuestra mente es nuestra única herramienta y dejarnos llevar por algo simplemente hara que seamos prisioneros de ello

Que es la virtud estoica

La ‘’Virtud Estoica’’ es uno de los principios clave del movimiento estoico, es el compas que nos permitirá vivir una ‘’buena vida’’ y encontrar nuestro propio camino. Según Pigliucci la virtud estoica está compuesta por templanza, coraje, justicia y sabiduria

Templanza

La templanza según Massimo es la habilidad de controlar nuestros instintos e impulsos y hacer lo que debemos. Es la capacidad de entrenar nuestra razón y no dejarnos llevar por las ataduras que hayamos creado a lo largo del tiempo

Coraje

El coraje es la capacidad de tomar decisiones aunque estas sean difíciles. Es la capacidad de crecer, salir de nuestra zona de confort y en el proceso aprender desarrollar nuestra libertad. 

El coraje es la base de la libertad

Justicia

La Justicia Estoica es la capacidad de tratar a los demás como nos gustaría que nos tratasen. Es la capacidad de ser imparcial y tratar a todos por igual sin importar su condición o identidad

Es algo a lo que podemos llegar cuando empezamos a desarrollar nuestra templanza y nuestro coraje.

Sabiduría

Es el conocimiento que desarrollamos a medida que vamos aplicando la templanza y el coraje según nuestra justicia. La sabiduria es el resultado practico de ‘’enfrentar’’ nuestras ideas forma de vida, y camino a la realidad y aprender del proceso

La virtud estoica es la cristalización de lo que aprendemos en el proceso de vivir de acuerdo a nuestros principios. La virtud estoica es poner en practica lo que aprendemos en el proceso de desarrollar nuestro corage y sabiduría y el proceso de desarrollar esta sabiduria con el tiempo

Los 3 tipos de amistad

Como humanos es imposible que no nos equivoquemos, hay tantos elementos que debemos tener en cuenta pero de los que no sabemos nada, y la única forma de poder aprender mas del mundo aun asi es teniendo compañeros que tambien esten intentando aprender más sobre el mundo, y esos son los amigos.

Según Aristoteles los distintos tipos de amistad que podemos encontrar en el proceso son:

Las amistades de utilidad

Dentro de este tipo de amistades encontramos relaciones de trabajo en las que una persona ofrece algo a cambio de otra cosa que tenemos. Este es el tipo de relaciones más simples y a su vez más tipicas.

De estas relaciones no podemos esperar nada más que lo que se decida ofrecer en un inicio.

Las amistades por placer

Son las que tenemos en las que no hay una intercambio fijado sino que interaccionamos simplemente porque nos llevamos bien, aunque este tipo de amistad implica una conexión superior a nivel emocional pero sigue dependiendo de una actividad común

Las amistades por el bien

Son las amistades que realmente queremos. Son aquellas que no dependen de alguna actividad común sino que dependen más bien de nosotros como persona y la persona con la que interactuamos.

Son las personas que realmente nos presentan como ven el mundo y actúan como una mente más que intenta entender el mundo. Son estas las que nos permiten crecer como persona y desarrollar nuestra sabiduría.

¿Qué es realmente el egoísmo según los objetivistas?

Incluso aquellos que se oponen al altruismo no ven el «egoísmo» como una alternativa viable. Creemos que el egoísmo es únicamente perjudicial porque entendemos mal el concepto. Cuando escuchamos el término, podemos evocar imágenes de un hombre engañando a su esposa o un ladrón robando una casa: personificaciones morales del egoísmo. 

Nietzsche popularizó la idea de que el egoísmo es inherentemente dañino para los demás, describiendolo como algo que carece de empatía e impulsivo. Pero el egoísmo no es únicamente  el intento de satisfacer cualquier impulso que nos llegue sin importar el contexto. 

El verdadero egoísmo, al menos el que propone el objetivismo, es aquel que nace de tener en cuenta nuestros objetivos a largo plazo y el contexto en el que vivimos. El objetivismo siempre ha defendido que somos seres racionales, y que lo que debería guiar nuestra conducta es la lógica y la razón. Los animales, en cambio, simplemente intentan sobrevivir, satisfaciendo cada necesidad a medida que surge. 

Por lo tanto, el concepto de egoísmo objetivista no puede equipararse a seguir cualquier impulso que nos llegue en el momento sin tener en cuenta las consecuencias, porque eso estaría dejando de lado la lógica y podría generarnos más perdidas que ganancias a la larga, por lo que realmente no estaríamos anteponiendo nuestros deseo y bienestar a los demás, simplemente no estaríamos pensando. 

Como resultado, el egoísmo debe ser un acto racional. El egoísmo no nos impulsa a causar daño a los demás porque es más racional tratarlos bien. El comercio es preferible al robo porque robar a alguien puede resultar en nuestra muerte, o en que otras personas hagan lo mismo. Nuestro deseo egoísta de evitar la muerte nos motivaría naturalmente a colaborar pacíficamente con los demás. 

Según los objetivistas, el egoísmo es lo que impulsa a las personas a participar en intercambios voluntarios con otros en los que ambas partes se benefician. Si somos egoístas, valoramos nuestros valores, ideas y vidas. Tales cosas deben aceptarse y protegerse en lugar de entregarse, y debemos permanecer leales a nosotros mismos a toda costa. 

Y a su vez no podemos exigir o requerir que otros sacrifiquen sus propios valores o vidas por nosotros. Incluso el amor es egoísta. Las relaciones se forman con aquellos que son importantes para nosotros. Sería absurdo pasar tiempo con alguien que no nos gusta solo porque es lo que se espera en el contexto social. Mientras que un altruista podría considerar el martirio amoroso como una virtud, una persona egoísta lo llamaría irracional si no implica beneficios y satisfacción para ambas partes. 

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